Black Metal
El Black Metal, denominado por algunos "el género maldito".
Muchas son las historias que se cuentan sobre los oscuros comienzos de este estilo musical, allá por los primeros años 80, y su desarrollo en el frío norte de Escandinavia.
Muchas son las personas que actualmente lo tachan de teatrillo musical, de simple fachada para los grupos que no pueden destacar por la calidad de su música.
Con su inquebrantable lazo con el satanismo, el Black Metal es más que un estilo musical, de eso no hay duda.
Resulta prácticamente imposible saber la fecha exacta del nacimiento del Black Metal, aunque se podría decir que fue entre mediados de los 70 y primeros de los 80, considerándose pioneros del género a bandas tan distintas como Hellhammer, Venom o Black Sabbath. Todo comienza a principios de los años ochenta, cuando el Heavy Metal iba encumbrándose de la mano de bandas como Iron Maiden, Judas Priest o Motorhead. Multitud de bandas buscaban una oportunidad para adentrarse en el mundo del metal.
Algunas tomaron prestadas algunas ideas musicales de las grandes bandas, agregando mayor crudeza y velocidad al sonido, además mostraban una presencia escénica, por aquel entonces monstruosa, con la cara pintada, cargados de cadenas, pinchos y otros artilugios metálicos, y tratando por primera vez la temática satánica en sus letras. Así surgió un mito, Venom nació y lanzó en 1981 lo que muchos consideran el primer disco de black, de thrash e incluso de death metal, "Welcome to hell". Al año siguiente lanzaron su segundo disco, que dio nombre al género, “Black Metal”, un clásico entre los clásicos de todos los tiempos. Mientras Venom ganaban adeptos en todo el mundo, en Dinamarca se formaba una banda que terminaría de darle forma (estética, sobre todo) al Black Metal: Mercyful Fate. De la mano de King Diamond, cantante y front-man, este grupo pulía entre los años 1982 y 1983 dos obras de puro metal oscuro: "Mercyful Fate" y "Melissa". Tanto Venom como Mercyful Fate ganaron popularidad rápidamente dándose a conocer en todo el mundo. Esto amplió el horizonte metálico y abrió las puertas a una nueva era. Desde entonces y hasta la época presente, comenzaron a surgir cientos de nuevas bandas que quisieron imitar a sus ídolos. La corriente satánica que provenía de la mano de bandas como Possesed, Acheron y Celtic Frost poco a poco fue ganando adeptos dentro del mundo del Heavy Metal.
El Black Metal, denominado por algunos "el género maldito".
Muchas son las historias que se cuentan sobre los oscuros comienzos de este estilo musical, allá por los primeros años 80, y su desarrollo en el frío norte de Escandinavia.
Muchas son las personas que actualmente lo tachan de teatrillo musical, de simple fachada para los grupos que no pueden destacar por la calidad de su música.
Con su inquebrantable lazo con el satanismo, el Black Metal es más que un estilo musical, de eso no hay duda.
Resulta prácticamente imposible saber la fecha exacta del nacimiento del Black Metal, aunque se podría decir que fue entre mediados de los 70 y primeros de los 80, considerándose pioneros del género a bandas tan distintas como Hellhammer, Venom o Black Sabbath. Todo comienza a principios de los años ochenta, cuando el Heavy Metal iba encumbrándose de la mano de bandas como Iron Maiden, Judas Priest o Motorhead. Multitud de bandas buscaban una oportunidad para adentrarse en el mundo del metal.
Algunas tomaron prestadas algunas ideas musicales de las grandes bandas, agregando mayor crudeza y velocidad al sonido, además mostraban una presencia escénica, por aquel entonces monstruosa, con la cara pintada, cargados de cadenas, pinchos y otros artilugios metálicos, y tratando por primera vez la temática satánica en sus letras. Así surgió un mito, Venom nació y lanzó en 1981 lo que muchos consideran el primer disco de black, de thrash e incluso de death metal, "Welcome to hell". Al año siguiente lanzaron su segundo disco, que dio nombre al género, “Black Metal”, un clásico entre los clásicos de todos los tiempos. Mientras Venom ganaban adeptos en todo el mundo, en Dinamarca se formaba una banda que terminaría de darle forma (estética, sobre todo) al Black Metal: Mercyful Fate. De la mano de King Diamond, cantante y front-man, este grupo pulía entre los años 1982 y 1983 dos obras de puro metal oscuro: "Mercyful Fate" y "Melissa". Tanto Venom como Mercyful Fate ganaron popularidad rápidamente dándose a conocer en todo el mundo. Esto amplió el horizonte metálico y abrió las puertas a una nueva era. Desde entonces y hasta la época presente, comenzaron a surgir cientos de nuevas bandas que quisieron imitar a sus ídolos. La corriente satánica que provenía de la mano de bandas como Possesed, Acheron y Celtic Frost poco a poco fue ganando adeptos dentro del mundo del Heavy Metal.